Los Cuatro Oficios Tradicionales por Jorge Lupin |
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Muchas catedrales góticas tienen en una de sus naves un laberinto dibujado con los mosaicos del piso, de unos 15 mt de diámetro, el cual suele ser recorrido por los peregrinos. | |||||||
La
Edad Media fue una época de peregrinaciones. La peregrinación
a Jerusalem era la más importante, pero la mayoría no podía
costearla y era riesgosa; y paralelamente en importancia estaba la peregrinación
llamada "El Camino de Santiago" cuyo punto de partida aún
se discute (unos opinan que el punto de partida es Francia, otros Jerusalem,
aunque hay indicios que llevan a pensar que partía desde más
al Oriente) como fuere, su arribo estaba en Finisterre, al extremo occidental
de España en la costa Atlántica y al norte de Portugal. Este
camino por tanto cruzaba toda Europa y a la vera de éste se izaban
al cielo las catedrales, que eran puntos de visita del peregrino.
Cito esto pues el laberinto guarda la analogía con la peregrinación: un largo viaje que no va directamente de un punto a otro sin más, sino que está lleno de vericuetos, idas y venidas, para llegar al inevitable centro. Como el viaje del peregrino, de una catedral a otra. Como las intenciones del peregrino, que se templan con el viaje. Como la vida misma. Como la aproximación a la Verdad. |
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Bajorrelieve en piedra arenisca |
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A pesar de los meandros todos los laberintos de las catedrales tienen una característica: uno no puede perderse en ellos: no hay callejones sin salida. Hay una única entrada y su salida está en el centro, apuntando hacia una dimensión superior como salida del plano. Esto representa "el camino recto" el cual no significa que sea recto como una regla, sino que siguiéndolo no es posible caer en el error. Tampoco es posible ganar camino: no hay atajos, y todo necesita un tiempo para desarrollarse. Este tipo de laberintos representan el Viaje hacia el Logro Supremo. Los laberintos que llevan a caminos sin salida, son sólo aptos para un parque de diversiones, pues representan la inversión del camino recto: están hechos para confundir, se fundamentan en el engaño y la insinuación de la mentira. Los laberintos de las catedrales
se basan en la naturaleza de la certeza: En particular, el laberinto que
he tallado era el piso de mosaico en el cruce de las naves de la Catedral
de Rheims, es correcto hablar en tiempo pasado pues en el siglo XVIII
fue destruído y reemplazado por otro. El mismo destino tuvieron
los laberintos de las catedrales de Amiens, Auxerre, Arras y Sens. El
dibujo fue realizado en el momento de su destrucción (no he podido
encontrar una imagen con mayor definición). Podemos ver que tiene perfil exterior cuadrado en tanto que su recorrido es octogonal con sub recorridos también octogonales en los vértices del cuadrado. Tiene 8 cuadrantes, 11 niveles y 47 meandros. E incluye figuras humanas. Se ha interpretado que representan a los cuatro apóstoles y a Jesús, opinión que comparto. Pero un símbolo no tiene un único nivel de interpretación; sino que presenta dimensiones adicionales cuyas interpretaciones pueden ser de naturaleza complementaria o más abarcativa. Se ha dicho también que representan a los cuatro oficios tradicionales: albañilería, herrería, carpintería y escultura, con el maestro construtor al centro. Por mi parte observo algunas variantes:
Estos cuatro, o cinco oficios, si consideramos al Maestro Constructor no ya como un oficio sino como una autoridad legítima representativa del poder Creador Divino,eran indispensables para la construcción de una catedral: primeramente los cálculos de construcción de la obra y sus proporciones geométricas eran indispensables para toda actividad ulterior. Luego venían los carpinteros (para hacer el andamiaje, los techos y la ebanistería) y los pedreros para los cimientos, los muros, techo y ornamentaciones; la herrería proveía de las herramientas cortantes para el trabajo de los carpinteros y los piedreros, a la vez que se encargaba de la fabricación de anclajes resistentes y todo tipo de herrajes; y finalmente venía la alfarería, que se encargaba de la confección de mosaicos y mayólicas, y no olvidar su más refinada expresión: la fabricación de vidrios y vitrales, pues no es otra cosa que alfarería que en vez de trabajar con arcilla, trabaja con arena y metales que colorizan el vidrio. La más elevada expresión de la alfarería se manifiesta en los vitrales góticos. Aquí hay algo interesante a observar, y es que para la construcción de toda obra es necesario al inicio de la misma retirar tierra basta para constituir los cimientos, que ocuparán el espacio de la tierra extraída, dando soporte integral al basamento y por consiguiente a toda la estructura; y al final de la obra esta tierra retorna a ocupar un lugar en la catedral, pero no ya en su naturaleza basta, sino refinada, cocida, transformada en tejas, mosaicos esmaltados y cristales impecables, traslúcidos y luminosos: todo un símbolo de los efectos trasmutadores de La Obra sobre la tierra. Todo esto era dirigido por el arquitecto, el cual no sólo era un simple capataz, sino que conocía íntimamente cada oficio y orquestaba la obra íntegramente desde su concepción hasta su culminación. Entre estos dos intervalos se encuentran dos tareas es las cuales su presencia era relevante:
Considero que la albañilería no debiera considerarse en este contexto específico como un oficio a la par de los citados, sino que la albañilería comprende todas estas disciplinas. Todos eran albañiles, todos eran constructores. Hay una dimensión adicional que implicaría la causa de la destrucción: que estableciera un paralelo con cuatro religiones, en donde el centro estaría representado por Dios: la religión Judía (la alfarería, pues en la Toráh está escrito que Dios modeló al hombre de arcilla húmeda); el Zoroastrismo (la herrería, cuya herramienta fundamental es el fuego y esta religión tiene como emblema central el fuego); el Cristianismo (representado por la carpintería, pues el Evangelio afirma que Jesús fue carpintero) y el Islam (matemática y geometría, pues los musulmanes de aquellos tiempos eran muy cultos y aportaron el sistema de numeración indoarábigo, crearon el sistema posicional decimal y crearon el álgebra). Además, el término oficio implica no sólo una profesión, sino también el desempeño de una actividad oficial, y muy especialmente una ceremonia religiosa. Se dice, por ejemplo: oficiar misa, oficiar una ceremonia religiosa. Podría agregar que el curso del laberinto visita los ángulos en la secuencia: alfarería-herrería-carpintería y pedrería-matemáticas, lo cual se corresponde con el orden cronológico de la aparición de las religiones correspondientes e inversamente cronológico a la aplicación de estos oficios en la construcción de una Obra, específicamente un Templo; combinando tiempo y antitiempo: la relación ida y vuelta entre el origen y su posterior descenso gradual hacia el universo de la multiplicidad, y el retorno desde la multiplicidad hacia el origen. O si se prefiere: la relación entre el Creador y la Creación, y viceversa. |
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