Etapas en la modelación de
"Quintaesencia"

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Segunda Parte
He llegado al nivel de las concatenaciones.
Nótese la fuerza expresiva en el contraste claroscuro de los trazos,
resultado de trazar las líneas
en plano inclinado, adentrándose
en la piedra a medida que éstas
se desarrollan.

Con una fresa diamantada de gran tamaño, trazo los lazos más externos, los cuales conllevan una máxima profundidad y amplitud.

Lo realizo a la profundidad definitiva de un sólo trazo, de una sola pasada, lo que implica un pulso y fuerza notables.
Se gana de esta manera soltura del mismo, continuidad y armonía en su profundidad, convexidad y amplitud progresivas.

Procedo a definir los límites del bajorrelieve, lo que ayudará además a una fácil identificación visual
del límite de los trazos
He tallado todo el símbolo, y trazado los dos círculos concéntricos de la periferia.

Corrijo detalles individuales,
y muchos otros que hacen
al efecto global de la obra.

A luz rasante contemplo la continuidad de las superficies. No se ha tratado de hacer cintas planas en bajorrelieve; sino de cintas en plano inclinado que a medida que se desenvuelven se hacen convexas. Esto exige continuidad
de su transformación
y ritmo en su movimiento.

Procedo mediante un lento y detallista lijado a armonizar las curvas, quitando los raspones y huellas de los abrasivos empleados.

Mi intención no es dar un acabado pulido, preciosista, sino obtener una superficie labrada
con acabado mate, arenoso, con un cierto grado de rusticidad,
de la misma apariencia que la densidad granular de la piedra.

La idea es que quede como un signo grabado en la arena.

Al cabo de unos días, la Obra está casi conluída. Puede apreciarse que la bachaza está blanca por todo el polvo de piedra sedimentado.

Queda, por supuesto,
un detalle no menor:

La firma del autor

Quintaesencia
por Jorge Lupin
Bajorreliefe en piedra arenisca, 60 cm. de diámetro