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En los idiomas antiguos las letras han cumplido un rol que supera al de servir como meros signos representativos de sonidos; antes bien eran un símbolo de una realidad arquetípica, y en su conjunto revelaban un concepto de cosmos, tal y como lo entendía la cultura origen.
Cada idioma alberga tanto en sus letras, como en sus palabras y gramática un simbolismo que responde a su concepción filosófica. Para dar algunos ejemplos, podemos recurrir a los ideogramas chinos –el idioma chino no posee letras, sino ideogramas, los cuales representan tanto un sonido como un concepto abstracto- forman un manual de filosofía de vida, pues cada concepto al ser representado como un ideograma contiene en sí gráficamente en sus trazos la descripción de los elementos que componen el concepto. Por tanto, saber escribir el idioma habilitaría a un escribiente atento al reconocimiento de las situaciones en la vida misma, pudiendo entonces identificar los elementos en interacción y por tanto determinar de qué situación se trata. Está el proberbio chino que dice: “un dibujo vale más que mil palabras”. La palabra ‘dibujo’ debería entenderse más bien como ideograma.
Así los ideogramas se basan en el ensamble de ideas abstractas y planteo de situaciones que dan lugar a una nueva idea.
Otro ejemplo está en los alfabetos hebreo y árabe, cuyas letras apuntan a un significado de índole cósmica, universal, y para hablar más precisamente, representan las ideas-arquetipos. Los arquetipos serían así modelos perfectos y causa de fenómenos – es decir que son noúmenos – y dichos fenómenos, es decir las palabras que se forman mediante la mutua combinación de las letras, y a las que se denomina palabras raíces, son la actualización o manifestación en el universo visible de dichos arquetipos y que dan origen a todo lo que existe en el Universo. Lo mucho que pudiera escribirse sobre esto llenaría bibliotecas enteras, y aún no se habría arañado la superficie. Baste decir que cabalistas Judíos, Cristianos y Musulmanes han estudiado esto durante siglos. Tal vez en alguna ocasión presente el simbolismo de las letras árabes, Ilm al Huruf.
He encontrado que nuestras viejas y queridas letras grecolatinas también presentan en su diseño un simbolismo fundamental, y en este caso está referido al ámbito del simbolismo constructor.
Donde hay construcción hay civilización. Nuestro alfabeto tiene su origen en el alfabeto griego (el término ‘alfabeto’ viene del griego ‘alfa, beta, gamma, delta, etc’ es decir de la enumeración de las letras) y directamente del romano, el cual asimismo también tomó elementos del griego.
Si observamos a la civilización romana y la griega podremos ver que tenían mucho de similar, y otras inclinaciones que parecerían opuestas eran más bien actividades complementarias:
- Ambos eran pueblos guerreros.
- Los griegos (Atenienses) eran un pueblo refinado de estetas. Los romanos tomaron todo este arte y lo repitieron a perpetuidad sin entender muy bien el por qué. Los griegos hacían con ello templos, foros y anfiteatros. Los romanos lo mismo pero también caminos, puentes, acueductos (tan bien hechos que perduran hasta hoy)… y circos romanos.
- Los giegos fueron los creadores (si consideramos sólo Europa, por supuesto) de la filosofía, la matemática y la geometría, elementos que determinaron la invención del simbolismo lógico y de las herramientas lógicas, la cual era un modelo orientado a utilizar óptimamente el cerebro como herramienta de pensamiento.
- Los romanos fueron creadores de las leyes, de todo un canon de legislación; es decir, un código para regir los actos y la convivencia en sociedad.
- Los griegos aportaron sistemas de ‘legislación interna’ para los pensamientos de los individuos (filosofía, lógica) y los romanos aportaron un sistema de legislación de los actos para la convivencia mutua entre los individuos (códigos de leyes)
- La característica de Grecia fue el drama, la música, la filosofía y las matemáticas; es decir un desarrollo más bien introvertido, dirigido hacia el ser; la de Roma fue el crear un código de leyes, una red de caminos que cubrían el Imperio, y las obras públicas; es decir extrovertido, dirigido hacia el orden de la sociedad y la conquista del mundo.
Hay entonces puntos de encuentro entre ambos, esto es la obra edilicia, la arquitectura y la obra pública, tan importantes para sus respectivos desarrollos como sociedad; no es de extrañar que las letras representen a los diversos instrumentos y conceptos indispensables para llevar a cabo cualquier obra edilicia.
Hace unos diez años, mientras estudiaba el simbolismo de las letras árabes, recibí un comentario que me hizo dirigir la atención hacia las letras de nuestro alfabeto. El comentario era que la mayoría de nuestras letras carecían de simbolismo (Salvo la A, el compás, la L, la escuadra, etc) y que eran letras egocéntricas dado que todas estaban encerradas en sí mismas. En un principio me resultó un tanto extraña tal afirmación; aunque con indiferencia, le di bastante crédito sabiendo que provenía de un miembro de la masonería. Sin embargo, puse el asunto en un estante de mi mente con la etiqueta: “material para ulterior investigación, entanto ir colectando recuerdos relacionados y estar atento a futuros eventos relacionados”.
Así un día me resultó más que evidente que nuestro alfabeto sí tenía un simbolismo, no se trataba de simples garabatos, y que yo había visto multitud de veces estas letras representadas en el oficio de la albañilería. Durante varios años había observado a un experto albañil tantas veces trabajar, y comentar diariamente con él asuntos relacionados con la construcción, e incluso le ayudé en la tarea y estaba compenetrado en todos los detalles del cómo hacer en cada etapa, que la relación se me hizo absolutamente evidente cuando logré armar las piezas del rompecabezas.
Hoy día –al igual que la mayoría de los oficios- la antigua y arcana técnica de la construcción está en vías de desaparecer, con el desarrollo de la construcción en seco, los sistemas prefabricados, y la pérdida del sentido interior de los oficios. Hay un cambio de mentalidad. Y este último punto es sumamente importante, dado que las nuevas generaciones no tienen la predisposición para “sumirse” en la enseñanza. Y entiendo por sumirse en la enseñanza “ahondar en la enseñanza, obedecer sincera y humildemente al maestro, ahondar en los conocimientos”. Así, hoy se ofrecen cursillos acelerados para todo –pues todo tiene que ser rápido, sinónimo de calidad-, que en tres o seis meses dan un diploma de “técnico tornero” o “albañil” o “profesional de algo” como si esto fuera legítimamente posible.
A continuación enumeraré el simbolismo de las letras grecolatinas, según veo y entiendo:
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A |
Es la primera letra del alfabeto, y representa el compás. Como se ve, sus patas son las del compás, y la barra que las atraviesa es el regulador de apertura. Todo surge de una fuente, el punto, y lo demás traza una órbita en rededor.
También representa la escalera plegable, y el techo a dos aguas.
El caballete del albañil
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B |
Representa los toros de la base de toda columna.
Representa dos puntos de medición en altura, si a cada curva la convertimos en un vértice como antiguamente se escribió.
La “B” acostada representa el movimiento que se hace con la pala al revolver el pastón (cal, arena, cemento y agua) para una correcta mezcla de los materiales.
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C |
En albañilería se utilizan hierros en forma de ‘C’ los cuales sujetan a modo de pinzas objetos entre sí, como por ejemplo líneas de medición sujetas a maderas o muros, o dos maderas dispuestas paralelamente para dar el revoque grueso al canto de una pared.
Representa, mediante líneas rectas, el esquema básico de una parcela: tres paredes y una entrada abierta
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D |
El el semicírculo, y también la escuadra si se considera su grafismo antiguo trazado con tres líneas rectas formando un triángulo isósceles de proporción 3:4:5 que es el triángulo pitagórico, y además sirve de escuadra. Una soga con 12 nudos equidistantes sirve tanto como instrumento de medición como de escuadra.
En el caso de la escuadra, también puede entenderse como un cuarto de cuadrado, (triángulo equilátero) el cual representa la piedra fundamental o en otros casos la piedra angular, según el tipo de construcción
Debe tenerse presente que el cuadrado dividido en cuatro representa a los cuatro oficios tradicionales, que son: herrería, alfarería, carpintería y trabajo en piedra. El centro del cuadrado es ocupado por el geómetra, el arquitecto o artífice.
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E |
Son dos C unidas por sus paredes laterales, es decir que corresponde a otro concepto de ordenamiento de una planta, al hacer habitaciones contiguas.
También representa al peine de metal que era utilizado para dar aspereza al reboque recién colocado, imitando a la piedra natural. Este mortero consistía en una mezcla especial, que contaba con algunos gránulos de mayor tamaño, los cuales al ser arrancados por el peine producían los característicos hoyuelos de la piedra rústica. El peine se pasaba sobre el muro semi seco, “peinando” la superficie.
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F |
Es una C y un espacio delimitado sólo por dos muros
Es la morza denominada sargento, y también llamada morza ‘F’ utilizada ampliamente en la carpintería para sujetar bloques de madera mientras se trabaja.
Representa también el calibre o pie de rey.
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G |
Es una habitación de cuatro paredes, y que posee una puerta que se abre hacia el interior de la habitación
Representa la morza denominada ‘G’
Si se hace este signo con la mano, la distancia entre el pulgar y el índice deja un espacio libre de aproximadamente una pulgada, lo cual aportaba cierto criterio a medidas iguales o menores a ésta.
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H |
Otra manera de ordenar la C, dos C contrapuestas.
Indica el modo de preparar un dintel sobre un muro: las líneas paralelas (I I) son las tablas que van adosadas en lo alto del muro, y que sirven para contener la mezcla; vale añadir que estas tablas se sujetan al muro con los hierros ‘C’. La línea horizontal indica el tope del muro, y se indica por tanto que las tablas deben ser del doble del ancho que la profundidad del cajón que forman, a fin de tener estabilidad y poder de contención de la mezcla.
Es un diseño esquemático de un paralelómetro, el cual posee no una sino dos líneas horizontales.
Representa un esquema de andamios.
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I |
Representa la regla de medición, también la regla para allanar superficies luego de haber tirado las fajas y rellenado el espacio con revoque.
Representa la columna o su fuste
Representa el clavo
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J |
Representa la soga, tan indispensable para subir cosas
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K |
Si lo giramos 90º a la derecha, veremos el perfil del caballete de obra, o la mesa de trabajo.
La pata inferior podría estar apuntalando una estructura de madera en Y. Indica un esquema de apuntalamiento.
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L |
Es la escuadra en L
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Ll |
‘Ll’ aunque no se considere letra, representa el conjunto de regla y escuadra, tan indispensables para trazar líneas paralelas o perpendiculares
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M |
Representa una medición, una marca (V) entre dos espacios (I I)
Representa también un modo de apuntalar dos soportes verticales
Representa el metro de varillas de madera plegables
Representa los dientes de un serrucho para madera
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N |
Otro modo de apuntalar soportes
Representa un paralelómetro
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O |
Representa el círculo, y también el cuadrado (la o también se representó como cuatro líneas rectas)
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P |
Representa el toro del capitel de columna, o el capitel en sí mismo
Representa un voladizo
Representa un punto de medición de altura, es decir una altura dada
Representa a la Pala, instrumento para mover o mezclar material de construcción (Arena, cal y cemento).
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Q |
Representa un recipiente para preparar la mezcla (argamasa, mortero, pastón) cementicia para unir bloques y la pala para revolver. También representa la cuchara de albañil.
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R |
Representa un voladizo apuntalado
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S |
Es el gancho de idéntica forma que se ata al extremo de la soga, y que es utilizado para subir objetos al caballete o de un piso a otro
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T |
Representa la regla ‘T’
Representa un doble voladizo
Representa un plano de distribución de muros
Representa el martillo y/o el pico de desmontar terreno
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U |
Representa el encofrado necesario para hacer los dinteles o cimientos de una edificación
Representa el balde de albañil.
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V |
Representa una marca de medición horizontal, o bien un punto dado
Representa la falsa escuadra
La V acostada se dibujaba en los muros para marcar niveles.
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W |
Indica dos marcas de medición, es decir una longitud o altura determinada
Representa los dientes de un serrucho para madera
Representa esquemáticamente el metro plegable de madera, aunque éste en origen constaba de doce partes, probablemente cada una de un pie, totalizando doce pies, el cual no sólo servía para medir, sino para escuadrar y medir caídas. Teorema de Pitágoras.
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X |
Representa una manera de disponer soportes o columnas en forma de X
Indica el centro de un recinto
Indica dónde cavar o romper
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Y |
Representa una columna bífida: una base y dos fustes y dos capiteles. También podría interpretarse como una columna entre dos arcos.
Representa también la plomada la línea vertical (I) es el muro o el hilo, y la V es la dirección de caída, es decir perfectamente vertical. Es necesario recordar que antiguamente esta letra tenía su línea vertical íntegra, prolongándose más allá de la bifurcación en V. La plomada es una herramienta imprescindible en la edificación.
El grafismo de Y viene a representar las columnas del clásico encofrado para hacer una losa de cemento, para un piso por encima de la planta baja.
También representa la pala y/o cuchara si cerramos con una horizontal los dos extremos abiertos.
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Z |
Representa la escalera que comunica dos pisos de una construcción
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._ |
El punto y el guión representan en conjunto el nivel de agua.
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